miércoles, 4 de noviembre de 2009

Biografia de Kitty Wu

Biografía de Kitty Wu.

El padre de Kitty Wu había sido el general de Kuomintang en la China prerrevolucionaria y en los años treinta había sido alcalde o gobernador militar de Pekín. Después de la revolución se trasladó a Taiwan con los demás seguidores de Chang Kaicheck.
La familia Wu era enorme, formada por una esposa oficial, dos concubinas, cinco o seis hijos y un batallón de sirvientes.
Kitty nació en febrero de 1950, hija de la segunda concubina, y dieciséis meses después, cuando el general Wu fue nombrado embajador en Japón, toda la familia se trasladó a Tokio. El general Wu tenía ya sesenta y muchos años y, al parecer, sus días de hombre influyente habían terminado.
Kitty pasó su infancia en Tokio, estudió en colegios norteamericanos, lo cual explicaba su impecable inglés, y tuvo todas las ventajas que ofrecían sus privilegiadas circunstancias: clases de ballet, Navidades estilo norteamericano, coche con chofer. Sin embargo, tuvo una infancia solitaria. Tenía diez años menos que su hermanastra más próxima y uno de sus hermanos, un banquero que vivía en Suiza, era treinta años mayor que ella. Y lo peor era que la posición de su madre como segunda concubina le daba apenas más poder dentro de la jerarquía familiar que a cualquiera de las sirvientas.
La esposa, de sesenta y cuatro años, y la primera concubina, de cincuenta y dos, tenían celos de la madre de Kitty, que era joven y atractiva, y hacían todo lo que podían por debilitar su posición dentro de la casa.
A su padre Kitty casi no lo veía.: cuando no estaba ocupado en sus obligaciones oficiales, pasaba la mayor parte del tiempo cultivando los afectos de varias muchachas de fama más que dudosa.
La madre de Kitty murió, aunque no se sabe cuándo ni dónde. El general tenía entonces más de ochenta años y una salud muy deficiente, pero, en un último gesto de preocupación por su hija menor, la mandó a un internado en Estados Unidos. Kitty tenía catorce años cuando llegó a Massachusetts para empezar su primer curso en la Academia Fielding. Teniendo en cuenta quién era, no tardó mucho en adaptarse y en encontrar su sitio. Aprendió arte dramático y danza, hizo amistades, estudió lo suficiente como para obtener notas aceptables. Al final de sus cuatro años allí, sabía que no volvería a Japón. Ni tampoco a Taiwan; Estados Unidos se había convertido en su país y, haciendo malabarismos con la pequeña herencia que recibió a la muerte de su padre, había conseguido pagar la matrícula en Juilliard y trasladarse a Nueva York.

1 comentario:

  1. QUEEEEEEEEEEEEEEE, estoy en 4to C y encuentro esto 12 años despues de que se subio

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